Sólo 20 días después de su nombramiento, Stephen DuCharme abandona la presidencia de Dia y regresa a LetterOne, el brazo inversor de Mijaíl Fridman. Desde allí trabajará para facilitar al magnate ruso la toma de control de la cadena. La maniobra (junto a la contratación de los servicios de la consultora PJT) confirma el deseo del máximo accionista de lanzar una opa sobre Dia.
Sin duda el momento es idóneo por el bajo precio de la acción. Conscientes de este beneficio, ni DuCharme ni Fridman hicieron nada para detener el desplome de los títulos en bolsa. Fridman, por tanto, está más cerca que nunca de lanzar una opa que presenta dudas para el resto de inversores, quienes carecen de visibilidad sobre el futuro de Dia por la falta de un plan estratégico creíble.