
Mikhail Fridman, propietario del 29,9% de Dia, contrata los servicios de la consultora americana PJT para estudiar el lanzamiento de una OPA sobre la cadena de supermercados y tratar de reflotarla. Sin duda el momento para comprar Dia es idóneo para él, debido a la caída del 60 por ciento que sus títulos acumulan en mes y medio. El bajo precio, cuya caída el magnate ruso no ha hecho nada para detener, hace muy ventajosa la operación para su principal protagonista. No obstante, la posible opa presenta una paradoja. Si bien los beneficios para Fridman están claros, no ocurre lo mismo con el resto de inversores, quienes carecen de visibilidad sobre el futuro de la compañía por la falta de un plan estratégico creíble.