
Este año se celebra el 45 aniversario de relaciones diplomáticas entre China y España. Es también el 40º aniversario de la Reforma y la Apertura de China. El martes, el presidente Xi Jinping llega a España. La visita de Estado -primera al más alto nivel desde hace trece años- se enmarca en un viaje que seguidamente le llevará a Portugal, Panamá y Argentina, donde participará en la Cumbre del G20. El mandatario concluirá su gira el 5 de diciembre.
En sus encuentros con el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Xi acordará una hoja de ruta para estimular y mejorar la relación bilateral. Su desarrollo permitirá al mismo tiempo fortalecer la alianza con la Unión Europea.
A finales del mes pasado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, estuvo en China para ultimar los preparativos. Se prevé la firma de acuerdos en distintas áreas de cooperación común como los mercados compartidos, el comercio, la ciencia y tecnología. Se organizarán asimismo actividades de naturaleza económico empresarial.
Nuestro país es visto por Pekín como un socio dentro del bloque europeo
En el ámbito de la cultura el Instituto Confucio, que lidera el aprendizaje del chino en el mundo, cuenta en España con seis centros y forma a más de 40.000 personas. En China las universidades que enseñan español superan el centenar. Y un decreto de este año del Ministerio de Educación chino incluye la enseñanza de nuestra lengua en el plan curricular escolar.
El Ejecutivo pretende impulsar la llegada de turistas chinos. Para ello y junto a la necesidad de reducir los visados es prioritario mejorar la conectividad aérea. Una de las principales medidas solicitadas por los touroperadores chinos. El objetivo es mejorar las cifras del pasado año, cuando de 13,6 millones de turistas chinos en la UE, sólo un 4 por ciento visitó España.
Xi se dirigirá a las Cortes con el fin de intercambiar ideas sobre relaciones bilaterales, lazos entre China y la UE y asuntos internacionales y regionales de interés mutuo. Se reunirá con los presidentes del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García-Escudero.
El viceministro encargado de los asuntos de Europa, Wang Chao, afirma que evidencian el buen momento de las relaciones el frecuente intercambio de alto nivel, la confianza política mutua y la cooperación comercial. España es vista como un "socio clave" dentro del bloque europeo. Un país con el que se "comparte la misma o similar opinión en muchas cuestiones internacionales y regionales".
Uno de los aspectos fundamentales del atractivo de España reside en las "ventajas geográficas únicas" que le otorgan una importancia capital en el ambicioso plan de las Nuevas Rutas de la Seda a nivel mundial promovido por Xi. Tal como indica el South China Morning Post Xi va a buscar el respaldo de Madrid a este programa lanzado en 2013 para financiar y construir proyectos de infraestructura en países desde Asia a África. España siempre se ha mostrado receptiva respondiendo de forma proactiva a esta iniciativa para captar más inversiones y reducir deuda. Numerosas empresas españolas ven con buenos ojos incrementar su relación con los proyectos Belt and Road. Una participación que les permite acceder a más contratos.
En la UE hay cierta preocupación por la influencia geopolítica que implica más inversión china
Xi espera que España firme un memorandum de entendimiento como han hecho otros 12 países europeos. Sin embargo, la actitud del gobierno de Sánchez podría ser más cautelosa hacia las inversiones chinas que se dispararon con el de Rajoy. Así se pasó de recibir menos de 10 millones de euros anuales antes de 2012 a 1.600 en 2016. Los inversores del gigante asiático pasaron de estar centrados en agricultura e inmobiliaria a áreas más sensibles, como empresas de ingenierías y puertos. En la actualidad, hay preocupación en Europa por las crecientes inversiones chinas en el continente. A ello se añaden nuevos temores en Madrid, alineado con la UE, por la guerra comercial entre EEUU y China.
Y existe otra inquietud no menor. La iniciativa Belt and Road ha sido acusada de poco transparente y de ser utilizada por China para extender su influencia geopolítica. Conviene recordar que Alemania y Reino Unido han rechazado respaldarla.
Desde su acceso al poder en 2013, Xi ha avanzado hacia un liderazgo más autoritario. En especial se ha producido un aumento de la censura. En su último informe de libertad de prensa, la ONG Reporteros Sin Fronteras clasificó a China en el puesto 176 de 180 países analizados. La común defensa del multilateralismo y libre comercio no oculta las diferencias en lo relativo a sistema político y derechos humanos. En cualquier caso existe un amplio margen para el desarrollo de la cooperación bilateral en el marco de la alianza estratégica.