La cumbre que el domingo celebrarán la UE y Reino Unido sobre el Brexit deja de estar en el aire. Ambas partes acordaron la declaración política que se abordará en Bruselas, y que establecerá el marco para definir la relación de ambos bloques una vez separados. Se trata de un nuevo paso hacia un Brexit ordenado que ayuda a disipar incertidumbres.
Es cierto que, en breve, se abrirá un prolijo proceso de aprobación en los Parlamentos comunitarios. Pero son factibles los consensos incluso en aspectos tan espinosos como el status de Gibraltar. En cuanto a la Cámara británica, Jeremy Corbyn volvió a abogar por el rechazo del plan May, pero la realidad es que este acuerdo es la única opción para evitar un Brexit duro, y su rechazo definitivo tendría un coste demasiado alto.