
Iberdrola compite por dos líneas eléctricas en México valoradas en 2.000 millones. En caso de ganar la puja, que se fallará en diciembre, la compañía irrumpiría en el negocio de redes en uno de sus mercados estratégicos. No en vano, la liberalización eléctrica emprendida por el país en 2014 otorga grandes oportunidades de negocio a las firmas privadas.
Debido a estas elevadas expectativas, la compañía vasca deberá superar a seis rivales para obtener este suculento contrato. A pesar de ello, Iberdrola parte con la importante ventaja de ser ya el primer productor privado de electricidad y un actor de peso en renovables (su mayor fotovoltaica reside en el país). Sin duda, la experiencia de Iberdrola en México eleva las perspectivas de que su filial consiga la adjudicación.