BBVA se une a la oleada de cambios en la alta dirección de la banca española. Su presidente, Francisco González, adelantará su jubilación y, en diciembre, será sustituido por el actual consejero delegado, Carlos Torres. Sin duda, González deja tras de sí una situación difícil.
Todo el sector se enfrenta ahora a las dificultades de una mayor competencia y de la lenta recuperación del crédito.
Pero BBVA, además, se ha resentido por estrategias equivocadas, como la que llevó al ahora presidente saliente a buscar una amplia presencia en países emergentes de alto riesgo, como Turquía.
La próxima llegada de Torres al cargo de mayor importancia en el banco ofrece esperanzas de que la entidad pueda abrir ahora una nueva era.
