
Las autoridades de Competencia en EEUU confirman que Grifols está obligada a vender parte de sus activos en centros de donación de sangre para evitar el monopolio.
Exige desinvertir en clínicas y dificulta futuras aperturas. Estas decisiones suponen un gran contratiempo para Grifols. La empresa obtiene la mayoría del plasma (su base para fabricar fármacos) con las donaciones de EEUU, donde los trámites son sencillos, ya que se permite incluso pagar a los donantes y no hay que llegar a acuerdos con hospitales.
De ahí la necesidad que tiene Grifols de abrir más clínicas al otro lado del Atlántico. Por ello, las limitaciones que le ponen las autoridades estadounidenses siembran dudas sobre la capacidad de crecimiento del laboratorio.