El lunes Carles Puigdemont y Quim Torra confirmaron que preparan un nuevo otoño cargado de protestas contra España que concluirá con el primer aniversario del 1-O.
Ambos dirigentes extienden así la inestabilidad en el territorio, que volverá a tener consecuencias para la economía catalana. En concreto, para el turismo.
Así lo demuestra la reciente actualización de la ficha de España colgada en el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
En dicho informe, se alerta de la situación sociopolítica del país y los riesgos que para la seguridad de los turistas alemanes puede tener las estancias en Cataluña.
Además de acusar al Govern de todos los inconvenientes, el Gobierno de Angela Merkel también aconseja a sus compatriotas que viajen a Cataluña que eviten las manifestaciones, especialmente durante el 11 de septiembre, al coincidir con la diada, así como el 1 de octubre, aniversario del referéndum "inconstitucional".
"Este aviso se une a otros recientes realizados por países como EEUU. Y es evidente que pasarán factura al turismo", avisa un empresario hotelero. "Pero estos inconvenientes parecen no importar a la Generalitat", añade.
