
El último Foro Económico Mundial de Davos dijo que en apenas 3 años se perderían alrededor de 5 millones de puestos de trabajo (y esa era una estimación a la baja). Si bien las ingenierías y las ciencias es obvio que nos asegurarán un puesto de trabajo, auguro que en el futuro también lo harán las humanidades.
Desde hace ya algún tiempo, los estudios CTIM en español, acrónimo que sirve para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. En su definición más amplia, CTIM incluye los campos de la química, informática, tecnología de la información, ingeniería, ciencias de la Tierra, ciencias de la vida, ciencias matemáticas, física, astronomía, psicología o ciencias sociales. Es el equivalente en español de STEM, un acrónimio en inglés science, technology, engineering and mathematics. Desde 2011, para los organismos estadounidenses, estas disciplinas son consideradas fundamentales para las sociedades tecnológicamente avanzadas.
Se considera que la educación en STEM contribuye a conseguir una mayor competitividad y por consiguiente, ayudará en el futuro a obtener una mayor prosperidad económica y es un claro índice de la capacidad de un país para mantener un crecimiento sostenido. De hecho, los sistemas educativos y las escuelas están desempeñando un papel central en la determinación del interés de las niñas y los niños por las asignaturas STEM y en la igualdad de oportunidades para acceder y beneficiarse de una educación STEM de calidad.
No obstante, considero que para conseguir un futuro más próspero no solo son necesarias estas disciplinas. En los últimos años están emergiendo las denominadas STEAM, las mismas que las STEM pero incorporando también el arte. De hecho, el prestigioso MIT lo está incluyendo para promover la creatividad en los científicos y los ingenieros. Aunque yo les llamaría mejor STEHM, para incluir cualquier estudio y disciplina referente, no sólo al arte, sino también a la literatura o las ciencias humanas.
Los problemas, las necesidades y los retos de la sociedad actual no pueden solventarse, satisfacerse o superarse solo desde el punto de vista técnico o tecnológico, sino que también es necesaria la perspectiva de otras disciplinas humanas. De hecho, algunas iniciativas tecnológicas fallan porque no tienen en cuenta al usuario o su contexto cultural.
Tracy Chou, ingeniera de Quora y después en Pinterest, ha trabajado en los algoritmos que hacen que se muestre un determinado contenido al usuario y afirma que para ello es imprescindible conocer muy bien cómo son los usuarios y de ello se encargan las disciplinas humanas. De hecho, el iPhone triunfó porque tenía unas características que consiguieron enamorar a los usuarios. Precisamente, su creador, Steve Jobs ingresó en la Reed College, una universidad de artes liberales, pero abandonó los estudios universitarios más tarde. En esa época se interesó por la filosofía y la contracultura, llegando a viajar a India en busca de iluminación espiritual y acabó creando el primer ordenador personal y fundando Apple.
Existen otros muchos perfiles en empresas tecnológicas que tienen formación en humanidades, como por ejemplo la CEO de Youtube, Susan Wojcicki; el confundador de Salesforce, Parker Harris; el de Paypal, Peter Thiel; el fundador de Linkedin, Reid Hoffman, etc. Así pues, si estás pensando en estudiar humanidades, ¡estás de enhorabuena!