
El Gobierno pone otra línea roja a las condiciones que Podemos exige para apoyar el techo de gasto de 2019.
Contrariamente a las especulaciones que ya circulan, el Ejecutivo se niega a suprimir las sociedades de inversión de capital variable (sicav).
Es una buena noticia, como la negativa de Moncloa a subir el IRPF a las rentas altas. Ahora bien, en el caso de las sicav, aún están amenazadas.
Ya el anterior Gobierno les propinó un fuerte golpe con su plan de exigir que la participación mínima en estos vehículos sea superior al 0,55% del capital.
Resulta lógico que se controle la excesiva presencia de simples figurantes o mariachis en estos vehículos, pero al crear barreras de entrada tan altas se veda completamente el acceso del pequeño inversor a las sicav.