Las inversiones en renovables se multiplicaron por siete en el semestre hasta 1.500 millones. Es cierto que la cifra aún está lejos de las de 2007 y 2008, (46.000 millones en el binomio).
Pero resulta evidente que, tras los años de sequía motivados por los cambios legislativos de 2012, las subastas de renovables permiten al sector nacional de las energías verdes ganar peso a nivel global.
A pesar de ello, sería conveniente que estos crecimientos fueran menores pero constantes. Solo así el país dejaría de importar energía cuando tiene recursos limpios de sobra para surtir la demanda.
Es preciso, por tanto, que se ponga en marcha un plan de renovables a largo plazo que elimine la inseguridad jurídica en el sector, circunstancia básica para asegurar las inversiones.