
Está a punto de cumplirse un mes desde que la periodista Soledad Gallego-Díaz accedió a la Dirección de El País en sustitución de Antonio Caño.
El relevo coincidió casi milimétricamente, con la llegada a la Moncloa del nuevo Gobierno del presidente Pedro Sánchez. Si de algo han servido estos últimos treinta días es para hacer patente un brusco viraje hacia la izquierda en el diario perteneciente al Grupo Prisa.
En el sector de la información se ha hablado mucho de este apresuramiento a la hora de reorientar su línea editorial, sin reparar en los métodos, entre los que se ha incluido hacer profundos ajustes, con despidos incluidos, en casi todo su equipo de redacción.
De hecho, en el mundo periodístico, se comenta que todas estas maniobras para alinearse lo más a la izquierda posible soprenden toda vía más considerando que han sido propiaciadas por los propios accionistas del diario generalista que ahora Gallego-Díaz dirige.
No en vano, entre esos partícipes accionariales, se encuentran grandes empresas pertenecientes al selectivo Ibex 35.