
El retraso en la expectativa de subida de tipos es un lastre para la banca europea en bolsa. Pierde un 23% desde enero, y se sitúa con un multiplicador de beneficios de solo 9,1 veces, el nivel más bajo desde el Brexit.
El castigo contrasta con las elevadas previsiones de ganancias de la banca para los dos próximos años. El bajo precio y la recuperación del negocio crediticio lleva a los analistas a estimar excesiva la corrección y a considerar al sector como una buena oportunidad de inversión.
De hecho, la última vez que la banca presentó estos múltiplos, experimentó una remontada del 50% en 7 meses. La volatilidad actual del mercado invita a ser cautelosos. Pero es evidente que el sector financiero presenta ahora un atractivo que los inversores deben estudiar.