
Trabajo estudia reformar el sistema de cotización de los autonómos, de modo que coticen por lo que ingresan realmente cada mes.
La propuesta daría un vuelco al sistema actual que establece tramos entre una base mínima y otra máxima, sobre las que se calcula la cuota que se abona mensualmente.
Es una realidad que la mayoría de los autónomos opta por la base mínima y, pese a ello, tienen que afrontar una cuota que es muy superior a sus ingresos. A priori, la propuesta del Gobierno se ajustaría más a la realidad de los trabajadores por cuenta propia.
Con todo, puede tratarse de una reforma con efectos de doble filo, dado que es posible que resultara más difícil controlar el fraude, lo que redundaría en un mayor perjuicio para la delicada situación de la Seguridad Social.