Alberto Núñez Feijóo tuvo claro desde el principio que Galicia tenía que ser una excepción si quería revalidar por tercera vez consecutiva su mayoría absoluta y puso el acento en diferenciarse del bloqueo institucional en el que está sumida la política de España desde hace ya más de nueve meses, con dos elecciones celebradas en siete meses y con el riesgo cierto de volver a las urnas el próximo mes de diciembre. EN DIRECTO | Toda la información sobre la jornada electoral del 25S.
Por ello, además de intentar minimizar las siglas de su partido, justificándose en que la inmensa mayoría de gallegos sabía que se presentaba por el PP, Feijóo optó por un eslogan de campaña En Galicia sí, con el que quiso contraponer la estabilidad institucional que existe en esta comunidad autónoma desde el año 2009 con el bloqueo y la falta de Gobierno que hay en el Estado.
Frente al 'no es no' del PSOE a nivel de España, Feijóo repitió hasta la saciedad que en Galicia 'sí es sí', advirtiendo del peligro de que la inestabilidad del Estado se trasladase a su comunidad. De hecho, hace unos meses parecía más probable que el titular del Ejecutivo autonómico no se presentaría por tercera vez, pero cuando anunció que sí lo haría explicó que su motivación era seguir para que continuase un Gobierno estable y ante la posibilidad de que las Mareas de Podemos fuesen la alternativa.
Por ello, Alberto Núñez Feijóo pidió una y otra vez durante las últimas semanas que Galicia fuese la que diese ejemplo a España y que la comunidad tuviese un presidente claro salido ya de las urnas y sin esperar a posibles pactos postelectorales.
Sabedor de que sólo concentrando el voto moderado en su candidatura lograría su objetivo, el presidente de la Xunta llegó a decir que más que del PP, él era 'un militante de Galicia' y a pedir expresamente el voto a los simpatizantes de Ciudadanos y a los moderados del partido socialista.
Y Galicia dijo sí a Feijóo.
