Era 'El monstruo de Sanchez-stein' un programa infantil que TVE emitió allá por 1977 y que cuarenta años después nos reedita hoy el PSOE, pero en versión tragicomedia y para adultos. Porque ese remedo entrañable del personaje de Mary Shelley, al que daba vida Pepe Carabias, tenía como misión obedecer las órdenes de los niños que le superaban en conocimiento, intuición y sentimiento.
Unos valores que no parecen estar en el ADN de este nuevo Sanchezstein de Ferraz, quien no sólo se empecina en desoír los consejos de sus mayores en edad, dignidad, sabiduría y experiencia, sino que se ha enfrentado a su creador y está empeñado en destruirle, batiendo todos los récords negativos en votos y en escaños, elección tras elección y vendiéndole, mediante un pacto suicida, al enemigo que pretende devorarle.
Un Sanchezstein, que maneja el partido al más puro estilo estalinista, que critica los silencios de Rajoy en la corrupción, mientras calla como Judas sobre Chaves y Griñán; que se olvida de casos como el de Besteiro y Pepe Blanco en esa Galicia que hoy recorre; y cuyo único ideario y objetivo es el 'no' al PP.
Un Sanchezstein que engaña a los ciudadanos con esa quimera del tripartito imposible con Ciudadanos y Podemos, y que miente al decir que no quiere elecciones, cuando sólo volver a las urnas, piensa, le garantizaría seguir siendo el candidato. Que esa es su única razón de ser y de existir, mantenerse en el sillón, aunque caiga el PSOE y caiga España.
