
Las empresas aprovechan los periodos de descanso de los españoles, en los que éstos bajan su atención de la actualidad, para sacar algunos muertos de sus armarios. Las vísperas de las vacaciones de agosto, Navidad o Semana Santa, así como los puentes festivos largos, siempre deparan sorpresas.
Este viernes nos desayunamos con la destitución del consejero delegado del Popular, Francisco Gómez, después de que el banco tuviese que recurrir a una ampliación de capital y anunciase un desplome del 50 por ciento en su beneficio.
Gómez fue ascendido a consejero delegado por Ángel Ron procedente del área de control de riesgos, pero una empresa no puede sobrevivir sólo gracias a los ajustes. No supo deshacerse a tiempo de la cartera inmobiliaria y descuidó la inversión en nuevas tecnologías en la relación con sus clientes, entre otros aspectos. El negocio típico del Popular funciona, aunque con márgenes más ajustados, y una vez recapitalizado Ron logrará enderezar el rumbo de la entidad.
La segundo sorpresa provino del Banco de España. El subgobernador, Fernando Restoy, en el ojo del huracán desde hace meses, anunció su retirada por la puerta de atrás. Restoy se va a presidir el Instituto de Estabilidad Financiera, uno de los muchos organismos dependientes del Banco Internacional de Pagos (BPI), sin apenas relevancia.
No se sabe si el exgobernador, Jaime Caruana, y actual presidente del BIS, le echó una mano a instancias del Gobierno o él mismo decidió poner tierra por medio, ante la complicada deriva de los interrogatorios que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, celebró esta semana con varios directivos del Banco de España sobre la salida a bolsa de Bankia.
Restoy presidió la reunión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que aprobó la salida a bolsa de Bankia en 2011, en ausencia del presidente del organismo, Julio Segura, ausente por enfermedad.
En junio de 2012, Luis de Guindos aceptó su nombramiento a propuesta del PSOE, como subgobernador, y luego accedió a presidir el Frob, el fondo para la reestructuración de las antiguas cajas de ahorro. Bajo su mandato, el Frob emitió un informe favorable a la salida a bolsa de Bankia, que contradice el documento elaborado por los peritos a petición del magistrado. Andreu mostró esta semana una gran beligerancia en el interrogatorio a Julio Durán, actual director de Estabilidad Financiera y uno de los redactores del melifluo informe sobre Bankia encargado por el Frob.
-"¿Le parece bien instrumentalizar instituciones públicas en su beneficio?", preguntó Andreu sobre una maniobra que apunta al propio Restoy. La Asociación de Inspectores también pidió en febrero su dimisión en un comunicado, después de la demoledora sentencia del Supremo sobre el debut de Bankia en el parqué.
El exdirector de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, salió también esta semana en apoyo del Banco de España. ¡Faltaría más! Si fue responsable de la debacle del sistema financiero, junto con el ex subgobernador, Javier Arístegui, y el exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo).
Así lo atestigua un informe del FMI conocido el viernes, que pone los pelos como escarpias entre los implicados. El FMI desvela que, primero en 2006 y luego en 2010 y 2011, se expresó a la ex vicepresidenta, Elena Salgado, y al gobernador Ordóñez "las dudas sobre la suficiencia de las ayudas para restablecer la solvencia de las cajas de ahorro".
Cada vez existen más evidencias de que Salgado y Ordóñez, con la connivencia de acólitos como Restoy o Martínez Tello, instrumentaron una operación política para sacar a bolsa Bankia, haciendo caso omiso de las advertencias del organismo internacional. Tanto Mafo como Martínez Tello mienten cuando aseguran que nadie previó la crisis y el derrumbe del sector.
Restoy es la primera de las cabeza de turco que puede cobrarse el juez Andreu, al autorizar desde la CNMV la operación de Bankia. Por eso huye. El Banco de España quedaría en muy mal lugar ante su posible imputación o inhabilitación.
Es incomprensible que el actual gobernador, Luis María Linde, proteja a los anteriores autores materiales de la quiebra de gran parte de las cajas de ahorro y del engaño bursátil de Bankia. Sólo cabe una explicación: que gran parte de la dirección del Banco de España estaba en el ajo.
Mariano Herrera, director de Supervisión, fue el otro firmante del informe sobre Bankia a instancias de Restoy. Y para colmo de males, el subdirector de Supervisión, Pedro Comín, fue el encargado de la inspección de Bankia previa a su estreno bursátil. ¿Cómo es posible que el sistema financiero español siga bajo su supervisión? La marcha de Restoy debería ser la punta de lanza de una remodelación más profunda en la cúpula de Banco de España. Algo huele a podrido.