El Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha publicado sus conclusiones sobre la retroactividad de las claúsulas suelo. Al parecer, el criterio de España en el asunto (limitar las devoluciones a la fecha de la primera sentencia sobre su nulidad) es compatible con el derecho comunitario. Eso es lo esencial, jurídicamente hablando.
Es especialmente interesante, no obstante, cierta observación del Abogado General al inicio y al final de la nota de prensa difundida por el TJUE: "Un organo jurisdiccional supremo puede ponderar la protección de los consumidores con las repercusiones macroeconómicas asociadas a la amplitud con que se utilizaron las claúsulas suelo (...) Las mencionadas repercusiones pueden justificar la limitación en el tiempo de los efectos de la nulidad".
En la práctica, el abogado General dice que si las claúsulas suelo son un fenómeno puntual se puede resarcir a las víctimas. Pero si las irregularidades son generalizadas, igual no conviene. Si los bancos que suscribían claúsulas abusivas ganaron con ello muchísimo dinero, tendrían que devolver ese dinero, más los intereses. Pero si no han previsto tal situación y puesto que muchos clientes aún dependen del "banco abusón" en cuestión, mejor no hacer nada. En definitiva, viene a decir el Abogado General que cuanto mayor es la irregularidad, mientras más irresponsable es el comportamiento del banco, menos recomendable es el castigo.
Nada que objetar, razón no le falta. Incluso yo, que siempre quise ser periodista, empiezo a plantearme que más me valdría ser "sistémico", como los grandes bancos. Cuando eres sistémico puedes equivocarte cuanto quieras, que ya vendrán a rescatarte de un modo u otro.
La banca siempre gana, de otro modo cerrarían el casino. Me inquieta, no obstante, la idea de vivir en un casino y no en un Estado de Derecho. Si hay algo que me guste menos que los juegos de azar son los juegos de azar amañados.
