
Entre el desnortado programa económico presentado por Podemos, y el goteo de los datos macro, la actualidad económica está candente. Una coyuntura así brinda al Gobierno en funciones una ocasión de oro para hacer campaña ante los riesgos de la inestabilidad política y las pretensiones de una alianza de izquierdas.
Por eso los colaboradores del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, están sorprendidos con su ausencia en un momento así, en contraste con la presencia constante de otros compañeros de Gobierno que llevan semanas haciendo pedagogía en los medios por los peligros de un pacto PSOE-Podemos.
"El ministro más activo, agresivo y lenguaraz", comentan, ha enmudecido y "no lo reconocen" ni sus más estrechos colaboradores. Además, el propio Montoro se abstiene de dar explicaciones de su mutismo.