El juez Serrano-Arnal ha ordenado el embargo de 112 inmuebles y 39 cuentas bancarias relacionadas con el exvicepresidente Rato.
En sí misma, la caución se enmarca entre las actuaciones esperables ante el pago pendiente de una fianza, que, en el caso de Rato, asciende a 18 millones. Con ese afán, el magistrado ya decretó el embargo de la pensión que percibía como exdirector del FMI.
Ahora, la orden llega más lejos y aflora, de paso, más de un centenar de propiedades repartidas entre Asturias, Madrid, Almería o el Valle de Arán, a lo que se añade el 44 por ciento que Rato posee de un hotel berlinés. Son cifras propias de todo un emporio del ladrillo y sólo puede causar sorpresa su relación con un político, en apariencia, tan alejado de esa actividad como Rato.
