
En los últimos meses miles de inmigrantes han muerto tratando de llegar a Europa, y sin embargo muchas partes del continente se están deshabitando lentamente. Según la CNN, Italia tiene 6.000 ciudades fantasmas y otros 15.000 pueblos que han perdido gran parte de su población. The Guardian estima que hay 3,4 millones de pisos vacíos sólo en España y 11 millones en toda Europa. The Economist dice que las ciudades en el este de Alemania han perdido hasta una quinta parte de sus poblaciones desde la reunificación y los Estados bálticos han sufrido aún más. En los últimos años, analistas y dirigentes políticos, e incluso el Papa Francisco, han llamado la atención sobre la crisis demográfica de Europa.
Mientras escribo, hay cientos de miles de inmigrantes que arriesgan su vida para llegar a Europa y millones más en casa pensando en venir. Vienen de Siria e Irak, desde el norte de África, desde el África subsahariana. Ellos son blancos, negros y de todos los matices que existen entre ambos. Son musulmanes, cristianos o profesan otras religiones. Todos ellos buscan una vida mejor.
Los líderes europeos están consiguiendo poco a poco pensar en qué hacer y cómo distribuir una parte de las personas que están tratando llegar a Europa. El Washington Post informa que hay 46,3 millones de personasdesplazadas en el mundo por la situación en Siria (9,6 millones), en algunos países africanos (8,3 millones) y por otros conflictos.
Vamos a darles la bienvenida. Veamos esta ola de humanidad no como un problema, sino como una oportunidad del milenio para reactivar la economía de Europa y resolver su crisis demográfica, al menos para las próximas décadas.
Vamos a repoblar los pueblos fantasmas y llenar los pisos vacíos con personas que necesitan un lugar para vivir. Ellos están listos para trabajar y lo harán en los campos, en las fábricas, en los talleres, y en el pequeño comercio, harán lo que tengan que hacer para aprender el idioma local e inscribir a sus hijos en los colegios locales.
Este esfuerzo va a costar dinero, pero creo que resultará más barato que ir a la guerra en Oriente Medio y África y detener la ola en su origen. A medida que estas personas se vayan siendo productivas y se unan a la sociedad de consumo, tendrán un impacto económico tremendamente positivo. También rejuvenecerán la sociedad europea, y la harán más amplia y más interesante desde el punto de vista cultural.
Lo que se necesita es una Isla Ellis como solución para Europa, quizás en Lampedusa o en varios lugares. La gente tiene que realizarse revisiones médicas y un certificado de antecedentes penales, pero creo que la mayoría de personas que tratan de llegar son relativamente sanas y honestas, y sólo buscan una vida mejor.
A pesar de todos los artículos y comentarios que se están publicando últimamente, lo que yo no he oído es una alternativa razonable, moral y práctica a este problema. Hay escritores como Caitlin Moran en The Times que está de acuerdo que la inmigración es una ventaja neta, pero la mayoría de los comentarios argumentan que los inmigrantes de alguna manera competirán por nuestra porción.
¿Cómo podemos apoyar moralmente a estas personas que se ahogan en el Mediterráneo y acampan en las estaciones de trenes de toda Europa? Al igual que la propuesta ridícula de Donald Trump para deportar a 11 millones de personas de los Estados Unidos, la idea de mantener a todas estas personas fuera de Europa es simplemente poco práctica.