Los inversores extranjeros aumentan su participación en la financiación de la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas hasta el 41,2% del total de los acreedores, desde el 33% del que partió en 2012 cuando cambió de tendencia al alza. Este mayor peso en la financiación pública de los inversores no residentes en España se debe a la recuperación de la confianza por los esfuerzos de los últimos años.