El Gobierno lleva meses persiguiendo apuntarse un tanto antes de las generales, como sería celebrar en Washington un nuevo encuentro entre el presidente Barack Obama y el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy.
Tanto trabajo, sin embargo, es inútil: la Casa Blanca ha dejado claro que, con su viaje a Kenia, Obama cierra su agenda internacional. Además, hay otras elecciones que le preocupan más que las españolas: las presidenciales de 2016, para las que los demócratas necesitan todo su apoyo. La foto Rajoy-Obama, por tanto, queda descartada.