Concluyó el jueves en Bruselas la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea. La situación en Venezuela acaparó las conversaciones siendo la mayor diferencia entre ambos bloques. Prevaleció la postura latinoamericana -no interferir en la gestión de un país soberano-, con lo que el documento final no hizo referencia a los políticos opositores encarcelados en Venezuela y actualmente en huelga de hambre. El Parlamento Europeo había aprobado varias resoluciones manifestando su "profunda preocupación" por la situación de Caracas, condenando la persecución de la oposición y pidiendo la liberación de Leopoldo López y Antonio Ledezma. De esa preocupación no quedó rastro alguno en el texto aprobado.
No solo eso, la Celac logró la adhesión de la UE a las críticas a las sanciones impuestas por EEUU contra funcionarios venezolanos. La declaración incluyó el rechazo explícito latinoamericano a la orden ejecutiva de Washington que considera Venezuela una amenaza para su seguridad nacional e impone sanciones a siete funcionarios del país, presuntamente culpables de violaciones de derechos humanos y corrupción. Así, Celac y UE criticaron las "medidas coercitivas con carácter extraterritorial contrarias a la ley internacional".
Por la parte europea, Mariano Rajoy, había asegurado querer para Venezuela "lo mismo que para España y todo el mundo: diálogo, democracia, libertad, progreso y respeto por los derechos humanos".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien exigió derogar el decreto ejecutivo contra Venezuela calificó la cumbre de muy fructífera. Desde el Consejo y la Comisión europeos se señala que queda "más por hacer".
El otro gran tema, Cuba, dejó de ser un problema para Europa. Bruselas se esfuerza por avanzar en las negociaciones para lograr un tratado de diálogo político con La Habana. Se acordó una petición conjunta para un rápido fin del embargo norteamericano. Se intenta dejar atrás la "posición común", que desde 1996 condiciona las relaciones a avances en la situación de derechos humanos. Se saluda el proceso de paz en Colombia que figura entre los grandes beneficiados con un fondo de ayuda para la construcción post-conflicto. Para sus ciudadanos -también para los peruanos- se firmó la exoneración para la visa Schengen.
Hubo algunos resultados concretos. La comisión europea destinará 118 millones de euros para proyectos en la Celac. Y Bruselas destinará 26,5 millones de euros para el primer cable de fibra óptica que unirá directamente Europa y América Latina a partir del 2017. Las dos regiones, con 1.126 millones de habitantes, equivalen al 15.3 por cien de la población mundial.
Es grande el potencial de esta asociación estratégica que comprende 61 Estados en medio ambiente, libre comercio, inmigración, desigualdad, y lucha contra narcotráfico y terrorismo. Para sacar un mayor partido de estas cumbre -bianuales- se ha convenido profundizarlas mediante reuniones ministeriales que estos países llevan a cabo cada año.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el crecimiento económico 2015-2017 será del 2,7% para Celac y del 1,9 para la UE. La inversión extranjera proveniente de la UE en el continente alcanza los 385.000 millones de euros y supera la suma de la inversión europea en Japón, China, India y Rusia.
Sin embargo, en líneas generales en el plano económico, la UE queda muy rezagada. Eso se evidencia sobre todo en comparación con China que está construyendo relaciones económicas muy intensas con los países latinoamericanos. Integrada por 33 países la Celac es solo el quinto socio comercial en importancia de la UE. La región no representa más del 6% del comercio total europeo. El año pasado las exportaciones al bloque latinoamericano incluso disminuyeron un 5,8% respecto al anterior. Señal de que el interés europeo se enfoca hacia EEUU y, cada vez más, Asia.
El presidente venezolano Nicolás Maduro fue uno de los grandes ausentes junto a la argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el cubano, Raúl Castro. Agradeció "el gesto que muestra solidaridad" y se congratuló de que su país haya "salido reforzado".
El calificativo de fructífero no parece el más indicado a la vista del relativo desinterés europeo en la Celac. Mucho menos para una cita solidaria con el chavismo y que calla ante sus desmanes. Un encuentro que se ha desperdiciado y en el que no se ha aprovechado para presionar en la liberación de presos políticos ni para un ejercicio electoral con presencia de observadores internacionales garantizando un proceso justo y transparente.