Opinión

Claves de la brusca desaceleración de EEUU

  • La incertidumbre crece, pero aún es posible que el PIB crezca un 2,7%

La economía de EEUU creó 11,4 millones de empleos desde finales de 2009, pero las estadísticas han sido en general muy decepcionantes en el primer trimestre. El PIB real, tras un crecimiento anualizado del 2,2 y el 5% los dos últimos trimestres de 2014, casi se estancó en el primero de este año en el 0,2, frente a la previsión del 1%.

Un invierno particularmente duro y perturbaciones en los principales puertos de la costa Oeste han afectado a la actividad, si bien ello es temporal. Además, ha influido la caída de la actividad de perforación petrolera y, a pesar del bajo precio del petróleo, la falta de reacción del consumo al aumento de ingresos reales. Por otra parte la fortaleza del dólar y la mucha menor inversión del sector petrolero tuvieron un impacto negativo y probablemente sean factores más duraderos.

La inversión del sector petrolero pudo representar una contribución del 0,9% al PIB del último trimestre de 2014 mientras que aportó un 0,6% negativo el primero de este año. La inversión residencial aumentó modestamente un 1,3%, pero la no residencial se contrajo un 3,4% seguida del derrumbamiento de la inversión en infraestructuras del sector petrolero (48,6% anualizado). Por su parte el crecimiento del consumo se desaceleró desde el 4,4% anualizado a 1,9%, aunque los ingresos reales disponibles aumentaron. El ritmo de crecimiento de inventarios se aceleró de 0,5% a 0,7% del PIB, por encima de la media a largo plazo. Además cayeron las exportaciones, aunque -en parte sorprendente- las importaciones crecieron ligeramente. Por su parte el gasto gubernamental disminuyó un 0,8%, si bien tiende a ser débil siempre en el primer trimestre.

Ahora los datos de marzo y estadísticas disponibles hasta el momento de abril son mixtos. En marzo las ventas minoristas fueron decepcionantes: los pedidos de bienes de capital siguieron cayendo; los índices Markit PMI y la mayoría de encuestas de fabricación regionales han sido más suaves y, según la Conference Board, la confianza del consumidor cayó abruptamente en abril. Pero otros índices de confianza -como el de la Universidad de Michigan-son mucho más optimistas, con flujos netos de créditos bancarios creciendo, la alentadora recuperación de ventas de automóviles en marzo (datos de abril este viernes) y las peticiones de desempleo, en niveles en coherentes con robusto crecimiento.

Aunque el número de viviendas iniciadas se haya mantenido débil la mayor parte de datos del sector son bastante optimistas (ventas, solicitud de créditos hipotecarios, precios y encuesta de constructores).

Por tanto, aunque la incertidumbre ha aumentado, los datos todavía apuntan a recuperación en este trimestre, con un robusto avance del 2,8% el segundo semestre. Hemos reducido la previsión de crecimiento anual para 2015 del 3% al 2,7% (2,4% en 2014), pero sigue siendo la mayor tasa en diez años. Además nuestro pronóstico para 2016 se mantiene en el 2,5%.

De hecho seguimos razonablemente optimistas, especialmente si mejora la demanda extranjera. La razón principal de la falta de respuesta de los hogares al bajo precio de la gasolina es atribuible al mal tiempo y esperamos que se recupere este trimestre, dada la menor tasa de ahorro y los buenos fundamentales -mejora del mercado laboral, aumento salarios en términos reales y riqueza de los hogares-. De hecho la recuperación del mercado de la vivienda se mantiene, y la construcción y ventas deben crecer en los próximos trimestres. Por otra parte la fortaleza del dólar debe continuar pesando en el crecimiento y la inversión en el sector petrolero contrayéndose este segundo trimestre. Pero el dólar ha retrocedido considerablemente desde máximos de mediados de marzo y el reciente repunte del petróleo sugiere que la caída masiva del número de plataformas petroleras en funcionamiento puede terminar, de manera que el impacto negativo comience a desvanecerse.

Además, aunque la Fed haya suprimido el término "paciencia" y dejado la puerta abierta a aumento de tipos de interés a partir de junio, sus previsiones de crecimiento e inflación se han revisado a la baja, junto con las estimaciones de tasa de paro estructural. En lugar de cuatro subidas prevé dos. El escenario más probable es que la Fed suba tipos en septiembre y no nos sorprendería que fuera seguido de una pausa hasta principios de 2006.

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