El banco malo anotará unas pérdidas de 300 millones este año por el agujero que provoca un contrato firmado en agosto de 2013 con objeto de protegerse de las oscilaciones de los tipos de interés. La herencia de Romana pasa factura.
El banco malo anotará unas pérdidas de 300 millones este año por el agujero que provoca un contrato firmado en agosto de 2013 con objeto de protegerse de las oscilaciones de los tipos de interés. La herencia de Romana pasa factura.