THE WSJ EUROPE (BÉLGICA)
La decisión del Banco Central de Suiza de dejar flotar el franco, que provocó un alza casi instantánea de la moneda helvética de un 30%, ha tenido, entre otras, consecuencias en los préstamos hechos en esa divisa por prestatarios polacos, que se han encontrado súbitamente con la obligación de hacer frente a mensualidades muy elevadas.
La medida, sin embargo, tiene un impacto parecido en los vecinos más próximos a Suiza, así como en aquellos extranjeros que viven en tierra helvética. En cuanto a la propia Suiza, la salud de la economía, la tasa de paro inexistente y su proverbial estabilidad, atraen aún, además de capitales en búsqueda de un refugio, a trabajadores de los países limítrofes.