
El BCE reconoce que no ha sabido ver esta crisis ni tomar las medidas necesarias.
No por negarlo y desmentirlo de forma sistemática tenían razón. El BCE ayer claramente dijo, con el discurso de Draghi, que no han sabido ver esta crisis, que no han sabido tomar las medidas y que sí, que la situación es muy difícil. También nos han dicho que si hasta el momento la ortodoxia alemana era un freno para tomar medidas imaginativas y efectivas ya no lo va a ser. Medidas que no son otras que las que han llevado otros bancos centrales, como la Fed o el Banco de Inglaterra, y que tanto éxito han dado en sus países, al aumentar el balance de la autoridad monetaria lanzando QE´s (Quantitatives Eeasings). Aquí, en contra de los recién citados países y como principal resultado, es que el número de parados en la Unión Europea, según la agencia de estadística Eurostat, se sitúa por encima de 24,4 millones de parados, aproximadamente el 10 por ciento de la población activa.
Han reconocido su error y la gravedad de su equivocación al revisar el crecimiento económico para el próximo año en seis décimas a la baja. También ha recortado las previsiones de inflación. El error de todo esto, señor Jens Weidmann, es que el banco central de un país tiene un objetivo básico y es tener controlados los precios, tanto ante peligro de inflación como de estancamiento con riesgo de deflación (esto último lo han olvidado); pero además, señores de la ortodoxia, tiene un segundo objetivo que no es otro que conseguir ciclos económicos estables y saneados. Sí, ya sé que esto no figura en su acta de fundación, pero todo en esta vida se puede cambiar, existen 24,4 millones de razones, es decir de parados, que reclaman este cambio.
Ese reiterado error y tozudez a la hora de tomar decisiones ha supuesto que, en este momento, se les haya tenido que apartar del proceso de toma de decisiones para que no bloqueen las iniciativas. Es por ello que el gobernador comentó que ya no es necesaria la unanimidad. Pero no es que los tuvieran que apartar del BCE, sino que lo tendrían que hacer, incluso, del propio Bundesbank. Digo esto pues prácticamente al unísono del discurso de Draghi, el Banco Central alemán ha tenido que revisar sus estimaciones sobre Alemania a la mitad.
Bueno y después de este reconocimiento, implícito, que no es poco, pues más de lo mismo: están estudiando cómo llevar a cabo las medidas que desde hace tiempo Europa viene necesitando. Lo único que nos han avanzado es que están estudiando comprar todo tipo de activos menos oro. Si el BCE tenía, espero utilizar bien el tiempo verbal, un problema en los ortodoxos, también lo tiene en la estructura financiera del área euro. Existe un mercado muy restringido de financiación. El mercado más desarrollado para llevar a cabo las nuevas medidas son las cédulas hipotecarias, pero la mayor parte de bancos ya no tiene capacidad para emitir más. El mercado de titulizaciones es muy restringido y tan solo España y Alemania son activos en este tipo de financiación. Por ejemplo muchos bancos en España ya no pueden titulizar más instrumentos por problemas técnicos, como por ejemplo los préstamos financiados por el ICO. No es extraño por tanto que tengan que entrar a estudiar que activos incorporar al balance del BCE.
Sería bueno por tanto que a partir de esta experiencia Europa comience a modernizar y expandir los mercados financieros, puesto que ante situaciones como ésta, existan fuertes cortapisas. Aquí el BCE tiene que apremiar, como una reforma inaplazable para toda Europa, extender titulizaciones, ABS y otro tipo de financiaciones que permitan aumentar la eficacia de nuestra autoridad monetaria.
También el BCE conjuntamente con la Comisión deben exigir que los países europeos sin excepción lleven a cabo reformas. Incluso a Estados, como España, que han llevado a cabo reformas las mimas las contemples. Nuestro país es puesto como ejemplo, pero deberían añadir, de hecho lo hacen, que hay que acabar las reformas. Europa huele a naftalina, los armarios europeos, especialmente franceses e italianos, llevan sin abrirse desde hace tiempo. Tan necesario como tener un BCE de acuerdo a los actuales parámetros que en estos momentos rigen en el mundo.
Pero en esa rueda de prensa hubo de todo, incluso una mención para Podemos a preguntas de un periodista. Draghi vino a decir que no terminaba de entender qué cambios le pedía el recién creado partido en el tema de la financiación y el crédito. Bienvenido señor Draghi, como usted, somos muchos los que no entendemos los cambios que pide la formación. Parece que igual que no comprenden los tratados o quieren saltárselo a la torera, aquí tampoco entienden que el mundo ha evolucionado y además España forma parte de un grupo de países donde se han estipulado unas normas de juego que no pueden incumplir. Sí, recuerden la naftalina, la propuesta de Podemos no es más que el programa de una social democracia anticuada y que no tiene presente los cambios que ha habido en los más de treinta años, que es donde corresponde la propuesta de Podemos.
Mientras tanto, tendremos que centrarnos en la próxima subasta de la barra de liquidez para los bancos, en la anterior ocasión deformada por la implementación del Mecanismo Único de Supervisión. El día 11 de éste la tendremos y veremos si la posición de los bancos, el BCE quiere que sea de unos 400.000 millones. También habrá el 14 de enero, pues el Tribunal de Justicia Europeo nos dirá si es legal o no la compra de deuda pública por parte del banco central.