El actual presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, recela de cualquier político que pueda ocupar su puesto en Bruselas. Ante el apoyo que ha dado la canciller alemana, Angela Merkel, al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, para que este asuma la presidencia del Eurogrupo en 2015, Dijsselbloem no ha podido disimular su enfadado. Tanto es así, que el actual presidente del grupo que reúne a los dieciocho titulares de Economía y Finanzas de la eurozona ha afirmado que el Gobierno español, "cree tener derecho" a pedir un cargo de peso en Bruselas cuando "no lo tiene". Además, Dijsselbloem se aferra a su sillón al reiterar que fue nombrado en enero de 2013 por sus colegas para un mandato de dos años y medio y pretende mantenerse en el cargo hasta el próximo verano. Quizá si su trabajo en el Eurogrupo hubiese sido más brillante, ahora no tendría miedo a ser remplazado.
