Hace ya unos años, cuando José María Aznar gobernaba el país y Rodrigo Rato era vicepresidente económico, José Barea, como director de la Oficina Presupuestaria de Moncloa, hizo valer su independencia frente al vicepresidente. Rato venció en el pulso que sostuvieron y Barea fue cesado.
Que el Gobierno hablase de economía a dos voces y en tonos diferentes resultaba contradictorio. En el mismo periodo Cristóbal Montoro , actual ministro de Hacienda ejercía también como titular del mismo departamento, subordinado orgánicamente a la dirección del vicepresidente Rato. Ahora, cuando José Barea ha cumplido noventa años y Rato hace tiempo que dejó el Ejecutivo, Montoro premia a Barea por sus méritos profesionales. Un galardón con sabor a revancha por los viejos tiempos.