Opinión

Se complica lo de la épica

Wall Street sigue presionando resistencias pero empieza a quedarse sin importantes apoyos en tendencia.

Seré bastante pesado con el tema. Lo fui en la aproximación al suelo del mercado de largo plazo, en 2008-20009 con aquella "C de Barack" que espero recuerdo y supiera aprovechar, y lo voy a ser también ahora que el mercado norteamericano ha vuelto a su zona de resistencia. Sí, sé que de algún modo no se ha tocado todavía la zona de gran resistencia, pero este juego es una aproximación estadística y más vale prepararse el terreno para lo bueno y para lo malo.

La semana pasada hablé de lo bueno. Y tengo que decir que en Ecotrader y en Ágora Asesores Financieros EAFI seguimos con una alta exposición. Sin embargo algo ha cambiado pese a los nuevos altos de Wall Street, luego conviene serenarse y analizar las circunstancias otra vez. Sabemos que tenemos grandes resistencias. Sabemos que si se baten con claridad es posible que los próximos años sean una épica orgía de ganancias como la que se vivieron en los años 80 y 90. Pero también debemos saber que eso puede producirse ya mismo, en meses, o en algunos años. Hay escenarios para encajarlo todo sin salirse del guión de lo que hoy se maneja bien técnicamente hablando. Al fin y al cabo, los tiempos del mercado no son los nuestros. Unos años, en el tempo del crecimiento social, son como unos meses para nosotros.

Por tanto, atención a las resistencias. Esta semana algo ha cambiado. La renta fija ha desplegado una pauta potencialmente alcista sobre soporte clave a corto plazo, el Dollar Index ha hecho lo propio sobre niveles aún más relevantes, las bolsas de Asia y Europa han quedado claramente tocadas aunque no plenamente deterioradas al salvar en cierre semanal -gracias a la recuperación de ayer- sus huecos de apertura anual. Sabemos que el optimismo es alto, la volatilidad baja, y hay que señalar que algunos ratios que permiten valorar el breath de mercado se muestran ya claramente divergentes. Afirmé la semana pasada que no seré yo quien promulgue un techo, pero el cuerpo me empieza a pedir una menor exposición.

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