La presidenta de Castilla-La Mancha convocó recientemente a la prensa, con gran boato, para anunciar el cumplimiento del objetivo de déficit de la comunidad que preside. Inicialmente, María Dolores de Cospedal iba a presentar este logro en Madrid. Sin embargo, al final tuvo que retrasarlo hasta ayer, y el escenario ya no fue la capital, sino Toledo. La irrupción del caso Bárcenas, que ha desatado las sospechas tanto sobre el Gobierno central como sobre el partido que dirige, alteró los planes de la presidenta. La gravedad de la situación arruinó el momento de autobombo de Cospedal, que, en lugar de presumir ante los medios de haber reducido seis puntos el déficit, tuvo que dar explicaciones sobre el extesorero del PP.