No se olvide del paraguas cuando pise Londres. Salgado y Campa iniciaron ayer su gira de relaciones públicas con inversores internacionales. ¿Les dejarían entrar en las reuniones con el paraguas?
No les falta razón a nuestros gobernantes cuando dicen que los comentarios sobre una salida del euro son excesivos e irresponsables. También resulta justo añadir que estamos mejor que Grecia y que hay países como Reino Unido que también sufren serias dificultades en sus presupuestos y, sin embargo, no reciben el mismo tratamiento.
Pero hablar de conspiración especulativa, tal y como ha hecho el Ejecutivo, es llevarlo todo un poco lejos. Les hemos brindado la oportunidad de ganar dinero rápido, y para los especuladores basta con eso.
Para colmo, esas declaraciones en las que se defienden utilizando teorías conspirativas no nos favorecen en nada. No contribuye a dar la imagen de seriedad. Tal es así que el mismo día que Salgado presentaba sus planes a los inversores, el diferencial con el bono alemán llegaba a ser de un punto, lo que significa que nuestra deuda ya se financia un punto más cara.
Al parecer, el hecho de que fuera a tomar prestado 77.000 millones para este año no gustó a los analistas, que esperaban una cantidad menor.
Este Gobierno sigue sin entender cómo operan los mercados. Se han dado pasos en el camino correcto con recortes de gasto, la reforma laboral y de las pensiones. Se ha persuadido a sindicatos y patronal para que hagan piña. Pero hay que hacer más: un plan creíble de ajuste que se siga a rajatabla. De lo contrario, sufriremos un goteo continuo de malas noticias en los mercados.