La gran banca española cerró el primer trimestre con la ratio de impagos más baja desde 2008, al quedarse en el 3,33%. Este porcentaje refleja la adecuada vigilancia de las entidades en este capítulo, aunque lo peor está por llegar.
Así lo estiman los expertos que auguran que la morosidad se elevará en los próximos meses hasta situarse entre el 6,5% y el 8%.
La guerra y la finalización del grueso de las carencias que se concedieron a las empresas que solicitaron créditos ICO explican este aumento de los impagos que, aún así, está muy lejos del que hubo durante la crisis financiera.
A pesar de ello, la banca debe mantenerse alerta y preparar sus colchones de capital para hacer frente al mayor riesgo que la morosidad supondrá en el sector financiero.