
Apostar por cotizadas que conjuguen un elevado dividendo con una alta capacidad para acometer inversiones es una de las mejores opciones que pueden existir en renta variable.
Tradicionalmente la bolsa española ha sido muy atractiva por los pagos a los accionistas. Pero eso no quiere decir que carezca de valores que apuestan por el crecimiento, al tiempo que mantienen una adecuada política de retribuciones. Buena muestra de ello se da en sectores como el inmobiliario y el eléctrico, que invierten el 7% de media sobre las ventas mientras ofrecen dividendos con una rentabilidad de más del 4%. Esta estrategia convierte a firmas como Merlin e Iberdrola en opciones a tener en cuenta por los ahorradores en el contexto actual de volatilidad del mercado.