
Cada día más expertos advierten del alto precio que tendrá la decisión del Gobierno de volver a revalorizar las pensiones con el IPC. En un contexto de inflación desbocada, las previsiones de Fedea apuntan a un aumento del gasto de 10.200 millones en el próximo ejercicio, lo que elevará el gasto público total en pensiones a superar el 14% del PIB.
Un coste a todas luces inasumible para las cuentas de la Seguridad Social. Ningún sistema de pensiones en el que el gasto supera a los ingresos por cotizaciones de los trabajadores puede ser viable. Este desfase contraviene directamente el mandato del Pacto de Toledo con el que el Gobierno trata de justificar unas medidas que claramente buscan solo su propia sostenibilidad, no la de los pensionistas presentes y futuros.