El negocio turístico en España alcanzó un 84,2% del nivel prepandemia en el primer trimestre de este año. Este dato deja patente que el sector se está recuperando del duro revés del Covid. Además, demuestra que el impacto de la guerra en Ucrania en las reservas es limitado.
Así lo indican también las buenas perspectivas que hay depositadas en la Semana Santa. De hecho, las empresas esperan que este periodo festivo impulse los ingresos hasta los 11.280 millones en abril. El alto porcentaje de reservas realizadas para estos días, cercano al 90%, avala el ambicioso objetivo del sector para este mes. A ello contribuirá también el hecho de que las cadenas hoteleras han aumentado los precios un 15% respecto al pasado año. Lejos de lo que pueda pensarse, este incremento no es para nada exagerado. Para empezar, los precios seguirán siendo inferiores a los de 2019. Además es totalmente comprensible que las empresas trasladen a los usuarios el alza de costes que sufren por el incremento de la inflación. Y, por último, los mayores precios están plenamente justificados por el incremento de la demanda. De hecho, el mayor interés de los turistas por viajar tras la pandemia del Covid asegura ya un alza del PIB español del 1% en el periodo de abril a junio.
Las buenas perspectivas turísticas aseguran una Semana Santa exitosa y un alza del PIB del 1% de abril a junio
Esta ayuda no puede ser más oportuna, al coincidir en un escenario de alta inflación que ya frena otros motores de crecimiento. Es el caso de la industria, cuya actividad cae por los costes energéticos y de materias primas, o las exportaciones a la Unión Europea, nuestro principal mercado, que sufren la mayor tasa de IPC nacional frente a la propia de la eurozona. En este exigente contexto, recuperar el impulso del turismo es una buena noticia para nuestra renqueante recuperación económica.