
Las empresas implementan y certifican los sistemas de gestión para optimizar los recursos disponibles, mejorar la organización, reducir costes y mejorar el rendimiento en general. Con el paso de los años, las compañías han ido implementando nuevos sistemas (Calidad ISO 9001, medioambiente ISO 14001, sistema de gestión I+D UNE 166002, sistema de información ISO 27001, más conocida como ciberseguridad, etc.). Este proceso ha llevado a una complejidad burocrática para poder gestionar todos los sistemas y, por ello, las compañías más eficientes han implementado un sistema de gestión integrado (SGI) que aúne todas las disciplinas de un modo conjunto y consiga que la actividad diaria mejore, ya que reduce el número de manuales, alinea criterios, hace que las políticas y los objetivos sean coherentes, y se controle toda la información de la forma más eficaz y eficiente.
Por explicarlo de una forma más visual, un Sistema de Gestión Integrado es como un árbol donde el tronco es la parte común y las ramas, las partes específicas de cada sistema concreto.
Dentro del Sistema de Gestión Integrado de CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía), nuestro último esfuerzo ha sido implantar el Compliance Penal UNE 19601, que, desde nuestro punto de vista, es fundamental en organizaciones como la nuestra, ya que permite al conjunto de la compañía tener una mayor visibilidad sobre su funcionamiento. De esta forma, se consigue un mayor control sobre la forma de operar y se asegura que se cumplen la leyes y normas aplicables, reduciendo así posibles riesgos de incumplimiento de los que se puedan derivar responsabilidades penales para los miembros o patronos.
Aunque el Compliance no es obligatorio para las organizaciones, sí es interesante para mitigar los riesgos penales por el delito de alguno de sus miembros, evitar a la empresa la imposición de sanciones económicas, mejorar su imagen corporativa y dar mayor garantía ante terceros (autoridades, empresas o socios), ya que muestra el compromiso de la organización con la cultura de cumplimiento. Además, puede suponer ventajas en los procesos de contratación pública.
En definitiva, hay que tener en cuenta que, con el Compliance, se determina una buena implantación de medidas destinadas a reducir riesgos y evitamos otros delitos como estafas, corrupción en los negocios, financiaciones ilegales, blanqueo de capitales, etc. Es una buena forma de mejorar la transparencia de organizaciones como las fundaciones, ya que somos sujetos obligados de un régimen especial y precisamente esta especialidad nos obliga a observar medidas particularmente estrictas en esta materia.