El ministro de Exteriores José Manuel Alvares confirmará hoy en el Congreso la posición de España en el conflicto con Ucrania, que no es otra que el firme apoyo, incluso militar, a la posición de EEUU.
Sin duda la estrategia del Gobierno liderado por Pedro Sánchez de mejorar las relaciones con Joe Biden están detrás de todo. Más aún tras la alineación de Washington con los objetivos de Marruecos en el Magreb. Estos intereses políticos llevan al Ejecutivo al extremo de mostrar una posición que es incoherente con el "no a la guerra" que tanto defendió cuando militaba en la oposición al tiempo que criticaba al PP por la guerra de Iraq. Pero el militarismo que reina ahora en Moncloa tiene arriesgadas consecuencias desde el punto de vista económico. La elevada deuda, superior al 120% del PIB, hace que España sea uno de los países que más tiene que perder en el caso de que un mayor alza de la inflación acelere la retirada de estímulos del BCE. Un extremo que no se puede obviar ante el encarecimiento que el gas (17% en un solo día) y el petróleo (que podría aumentar un 76% más) siguen mostrando por un conflicto entre Ucrania y Rusia, cuyo desenlace es aún imposible de prever. Pero lo que es ya seguro es que la tensión por este regreso de la "Guerra Fría" ya se está reflejando en las bolsas.
La bolsa europea podría perder un 6% solo por la tensión que genera el conflicto de Rusia y la OTAN por Ucrania
Tanto es así que los analistas estiman que esta "nueva crisis de los misiles" podría llevar al índice europeo de referencia, el EuroStoxx 50, a caer un 6% adicional, siempre y cuando no se llegue a un conflicto militar abierto entre Rusia y sus aliados con la OTAN. Estas malas previsiones del mercado evidencian el grave riesgo económico y bursátil que para la recuperación post-Covid supone la crisis de Ucrania.