Iberia y Renfe exploran una alianza para traspasar pasajeros del avión al tren a través de las líneas de alta velocidad. Con ello, buscan impulsar la intermodalidad para acercar a los pasajeros de largo radio a los grandes aeropuertos del país.
Ambas firmas ganan con el pacto. Renfe obtiene nuevos viajeros e Iberia podría reducir e incluso eliminar rutas nacionales, deficitarias en su gran mayoría. Pero el acuerdo también es beneficioso para los usuarios, ya que logran mayor flexibilidad al tener la conexión de tren y avión en un solo billete. Iberia y Renfe, por tanto, avanzan hacia un acuerdo histórico que marca el camino para impulsar el transporte del futuro, que debe ser más sostenible y eficiente para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.