
La reforma exprés de la plusvalía municipal no establece ninguna transitoriedad, lo que para los juristas significa que las operaciones entre el 26 de octubre y ayer quedan exentas de tributar.
Este limbo legal ha provocado un aluvión de visitas a las notarías para firmar las compraventas y evitar así el pago del impuesto. La rapidez con la que Hacienda ha actuado para adaptar la plusvalía a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que hace pocos días declaró nulo el método de cálculo del impuesto, ha generado un vacío que afectará a la recaudación municipal. Pero conviene recordar que la regulación a toda prisa de la plusvalía se podría haber evitado si el Gobierno hubiera atendido las enmiendas que el Constitucional realizó sobre el tributo en 2017 y en 2019.