
El encarecimiento de los fletes marítimos, constituye un problema global de primer orden desde el año pasado. En las últimas semanas, con todo, brinda un respiro gracias a un abaratamiento del 15%, según el Índice Báltico.
Conviene, sin embargo, moderar el optimismo. Ese descenso palidece frente al incremento del 250% que dichas tarifas acumulan desde enero. Además, siguen actuando los factores que contribuyen al encarecimiento del transporte, en especial la falta de contenedores en los grandes puertos internacionales y el fuerte aumento de la inflación. A las puertas de la mayor temporada de consumo de todo el año en el mundo, que se inicia con Halloween, la incertidumbre aún es máxima en el sector comercial.