
Las asociaciones de autónomos muestran una lógica preocupación ante los planes del Gobierno sobre la ayuda por cese de actividad, creada para paliar los efectos de la crisis del Covid.
El Ejecutivo planea que este auxilio cese definitivamente el 31 de octubre. Sin duda, resulta necesario poner un límite a las medidas de carácter excepcional, ahora que la situación sanitaria mejora. Con todo el plazo de octubre se antoja precipitado ante los datos de una recuperación más débil de lo previsto, ya desde el segundo trimestre. Es más, en determinadas actividades, muy dependientes del turismo extranjero, la reactivación ni siquiera comenzó En estas circunstancias, una retirada precipitada de ayudas sólo conducirá a la destrucción de miles de empleos.