
El fuerte encarecimiento acumulado de materiales como el cobre y el acero, con respecto a 2020, puede alimentar la impresión de que el precio está cerca de sus límites y corregirá en el corto-medio plazo.
Conviene, sin embargo, adoptar un punto de vista más amplio para calibrar el alcance de esta tendencia. De hecho, los expertos recuerdan que la mayoría de las materias primas cotizan aún en niveles inferiores a los que presentaban hace una década. Sus precios conservan así un importante potencial, hasta el punto de que hay visos de que se inicie un superciclo alcista en este mercado de larga duración. Materias primas caras y, en consecuencia, alta inflación se muestran ya como factores con los que habrá que convivir en el escenario post-Covid.