
El Ministerio de Trabajo cambia las condiciones de los contratos de formación. Pretende endurecer las condiciones salariales de los trabajadores que sean empleados bajo la modalidad del futuro "contrato formativo para la obtención de la práctica profesional".
En otras palabras, el departamento liderado por Yolanda Díaz busca que los trabajadores en prácticas cobren lo mismo que esté fijado en el convenio colectivo para un empleado de plantilla. Por si fuera poco, dicha retribución nunca podría situarse por debajo del Salario Mínimo. Por el contrario, Trabajo relaja las condiciones de la otra modalidad formativa, la denominada contrato para la formación dual, que está destinada a los estudiantes que compaginan su periodo formativo con una actividad profesional ligada a los estudios que están cursando. En este caso, los empleados en prácticas podrán percibir menos del SMI. De llevarse adelante, estos cambios supondrán un perjuicio para la inserción laboral, precisamente de los colectivos que en España presentan especiales dificultades para el acceso al mercado de trabajo, como los jóvenes menores de 25 años. Para paliar esa situación se creó un tipo de contratación específica de prácticas que ha sido muy útil durante años, y que ahora lo es más ante el impacto que la crisis ha tenido en la creación de empleo.
Endurecer las condiciones de los contratos de formación complicará el acceso de los jóvenes al mercado laboral
Y, precisamente, en la actual coyuntura es cuando el cambio en las condiciones salariales que la nueva contratación en prácticas plantea será especialmente inasumible para las empresas, que ya ven como suben sus costes por la inflación y por la nueva alza del SMI que se plantea para después del verano. Se corre el riesgo de que toda una generación vea muy retrasada, o incluso imposibilitada, su incorporación a su primer empleo.