La salida de Fernando Abril-Martorell de la Presidencia de Indra hace que la tecnológica española pierda el consejo de compra hasta ahora mayoritario entre los analistas bursátiles.
No en vano su relevo se ve como la última de las injerencias del Gobierno en la gestión de Abril-Martorell, que llevó también a exigir un drástico recorte en el ERE que el hasta ahora presidente planteó en la compañía para ganar eficiencia. Es más, existen lógicos temores a que el Ejecutivo imponga a la empresa participada por la Sepi la compra de la ingeniería vasca ITP Aero, con independencia de que el precio final resulte muy elevado. Si Moncloa no permite a Indra desarrollar una gestión plenamente profesionalizada, será imposible recuperar la credibilidad de la compañía.
