
Brasil abre un amplio proceso de privatizaciones, que incluirá 22 aeropuertos, y Aena quiere aprovechar esta oportunidad de crecer en el gigante americano, donde ya está presente desde 2019. La actitud del gestor español es la adecuada.
Es cierto que la crisis golpea con especial intensidad al tráfico aéreo, pero Aena no está debilitada. Al contrario, suma recursos (entre caja y facilidades crediticias) por más de 2.000 millones y el impulso a la internacionalización es uno de los mejores fines a los que puede destinarlos. Ya antes de la crisis, empezó a diversificar sus ingresos de este modo para anticiparse al descenso de pasajeros que se prevé en los aeropuertos españoles. El Covid acelerará esa tendencia por lo que debe ser prioritario para Aena reactivar pronto su avance exterior.