Tras dar por perdida la campaña de Semana Santa, el sector turístico español cifra sus esperanzas en las reservas hoteleras de turistas británicos para el verano.
Su volumen registrado el mes pasado se duplicó con respecto a 2020 y hay factores de peso que contribuyen a que esa tendencia se mantenga en el inmediato futuro. No en vano al fuerte ritmo de vacunación en Reino Unido se suma la fortaleza del tipo de cambio de la libra respecto al euro. Sin embargo, pese a estos vientos de cola, quedan flecos por concretar como el tipo de pasaporte sanitario que se exigirá a los visitantes extracomunitarios sobre el que no hay aún consenso en la UE. Conviene solventar esa situación con celeridad para no perder el balón de oxígeno que el turismo británico ofrece.