Telefónica demostró una meritoria fortaleza durante 2020. En el año en que los confinamientos acabaron con los ingresos por itinerancia y que el efecto divisa fue adverso en América Latina, la teleco eleva sus beneficios por encima de los 1.500 millones, un 38,5% más.
Es cierto que la multinacional rebaja su dividendo un 25%, hasta 0,3 euros por acción, pero aún sigue siendo el más rentable de su sector. Y, sobre todo, debe valorarse el buen resultado que 2020 ofreció a Telefónica en cuanto a reducción de deuda. Su mengua superior a los 2.500 millones abre el camino para una reducción de aún mayor cuantía, 9.000 millones, en los próximos trimestres. La empresa evidencia así la eficiencia con la que pone coto al principal lastre de su balance
