
La tensión resurge entre la UE y AstraZeneca después de que Bruselas acusara al laboratorio de reducir a la mitad el envío de vacunas anti-Covid comprometido para el segundo trimestre.
Astra se limita a responder que "aspira" a cumplir su compromiso. Pese al conflicto vivido el mes pasado, la empresa puede permitirse seguir utilizando términos tan vagos. No en vano, en el contrato que firmó con la UE, sólo expresó la intención de recurrir a "los mejores esfuerzos razonables" para cumplir con las entregas de vacunas. La UE continúa así desarmada, al no prever mecanismos que garanticen que esas entregas se materializan. Ante un control tan ineficiente, todo apunta a que seguirán surgiendo conflictos a lo largo de toda la campaña de vacunación.